EL APOYO DE USA A VENEZUELA EN SU RECLAMACIÓN A INGLATERRA
En el presente escrito pretendo argumentar mi posición contraria a la del Gobierno de mi país, el cual afirma que la justa reclamación de Venezuela del llamado Territorio en Reclamación en Guyana obedecería a una imposición del Imperio Norteamericano, y no alegítimos intereses vitales e históricos de Venezuela, los cuales fueron lesionados por la intención Imperial británica de arrebatárnoslo, basado en los trabajos por encargo que el geógrafo Shombourg realizara, ordenados por su majestad imperial británica. Estos fueron publicados y fueron los orígenes de la reclamación venezolana.
Se dice que esta maniobra pertenece a la estrategia ancestral de negociación inglesa, la cual consiste en meterse a la fuerza en el territorio ajeno que reclamarán y establecer cartas de una supuesta propiedad y luego ,en la negociación, pelean supuestos derechos sobre la parte arrebatada y siempre resguardan así los intereses que tienen sobre su parte, la cual nunca exponen y muestran como supuestos derechos sobre lo que reclaman las cartas que ellos mismo han forjado, colocando a su contraparte a la defensiva. Vale decir, que lo que pelean es en realidad propiedad de su contrincante, y éste se ve “forzado” por el poder del más grande a justificar sus derechos sobre algo que ancestralmente le pertenece.
Así fue que Venezuela intentaba en vano enfrentarse a esta aviesa maniobra del Imperio Ingles y de llevarlo un tercero que decidiera sobre las múltiples razones históricas y geográficas que fundamentaban que ese territorio del que Inglaterra intentaba adueñarse mediante maniobras y manipulaciones cartográficas, era es y será siempre venezolano. Pero, Venezuela no tenía el PODER militar suficiente y necesario para respaldar su reclamo y es entonces cuando el Secretario de Estado Norteamericano Olney, en 1895, dirige carta al Primer Ministro británico Lord Salisbury, y èste le exige que Inglaterra se siente a negociar y a atender la reclamación venezolana, asunto al que Inglaterra le da largas.
Ante las continuadas, tenaces, y persistentes presiones venezolanas de llevarla a negociar que se dieron en el lapso que va de 1895 a 1966, lo que incluye el Laudo de Paris de 1899y la posterior firma de Venezuela y Guyana del Acuerdo de Ginebra de 1066, en cuyo articulo primero Guyana acepta tàcitamente la contencion unilateral venezolana de que el Laudo de Paris es irrito y nulo y de que, en consecuencia, ambas naciones deben buscar un Arreglo Practico para que Venezuela recuperare, de la mejor manera – lèase mediante aplicaciòn de los métodos establecidos en el art 33 de la Carta de la ONU – y en negociacion bilateral de ser posible – u otros de los métodos señalados – su territorio reclamado.
Inglaterra decide entonces darle la independencia a Guyana en 1966, y por ello, la nueva república hereda, junto con el território independizado del coloniaje imperial britànico, la disputa con su vecino agredido por esa poderosa metropolis, en aviesa intenciòn de colocar ahora a Venezuela como agresora de su antigua colonia, ahora independizada, pero que ellos asumìan seguiria siendo aliada de sus intereses en America; o lo que es lo mismo, pelear por mampuesto contra Venezuela o asumiendo una suerte de táctica de Aproximaciòn Indirecta como lo definiera Liederhart.
Para apoyar mi argumentaciòn me remito al ensayo “La reinvención de la Doctrina MonroeDeterminismo cultural y política exterior de Estados Unidos post -11/09” de Luis Fernando Ayerbe, quien es Coordinador del Grupo de Estudos Interdisciplinares sobre Cultura e Desenvolvimento (GEICD), de la Universidade Estadual Paulista (UNESP), Brasil. E-mail: ayerbe@fclar.unesp.br
La declaratoria original de la Doctrina Monroe reza:
“Afirmamos, como un principio en que los derechos e intereses de los Estados Unidos están involucrados, que los continentes americanos, a raíz de haber asumido y de mantener su condición libre e independiente, no deben ser considerados como sujetos a futuras colonizaciones por parte de ninguna potencia europea… consideraríamos cualquier tentativa de extender su sistema a cualquier parte de este hemisferio como peligro para nuestra paz y seguridad. (Monroe, 1998: 202)”
Refiere Ayerbe tres argumentos que se destacan en la posición asumida por Estados Unidos como guardián de la seguridad hemisférica:
1) la existencia de ambiciones expansionistas en la región por parte de potencias extra-continentales;
2) la defensa de un modo de vida que expresaría el mayor grado de avance conocido por la civilización, en la época representado por el régimen político republicano, a ser defendido de las ambiciones colonialistas de las monarquías europeas;
3) la fragilidad
De cuyos tres argumentos se derivan cinco corolarios, siendo el cuarto el que se refiere a Venezuela:
1) El primero, del Secretario de Estado Henry Clay, de 1825, veta la posibilidad de transferencia de Cuba y Porto Rico, colonias de España, a cualquier otra potencia. Los blancos eran principalmente Inglaterra, México y Colombia, en el caso de los dos últimos, por el hecho de que pudieran estimular la independencia de Cuba.
2) El segundo, formulado por el presidente James K. Polk, en 1845, busca desestimular cualquier interés, principalmente de Inglaterra, por Texas, que se había separado de México en 1836 y fue posteriormente incorporado a la Unión Americana.
3) El tercero, en 1871, el presidente Ulises S. Grant, invoca la Doctrina Monroe con el objetivo de desestimular eventuales intenciones de recolonización de la República Dominicana por parte de España, después de la anexión de 1861 y su posterior retirada en 1865.
4) El cuarto, en 1895, el secretario de Estado Richard Olney envía un mensaje a Londres a raíz de la disputa fronteriza entre Venezuela y la Guyana Inglesa, proponiendo que Estados Unidos sean mediadores del conflicto de intereses, bajo el argumento de que la Doctrina Monroe no estaba siendo respetada.
5) El quinto, y más conocido, fue formulado por Theodore Roosevelt, en diciembre de 1904, cuya denominación más común es Big Stick. Bajo el pretexto de defender el hemisferio de las políticas imperiales de potencias extra-continentales, a raíz de problemas surgidos con la insolvencia de Venezuela en el pago de su deuda externa, que tiene sus puertos bloqueados por una escuadra de barcos ingleses, alemanes e italianos, los Estados Unidos se adjudican el derecho exclusivo de intervención.
Los fundamentos geopolíticos de la Doctrina Monroe expresada por los EEUU es que:
“Nuestros intereses y los de nuestros vecinos del Sur son en realidad los mismos. Ellos poseen grandes riquezas naturales, y si dentro de sus límites se alcanza el reino de la ley y de la justicia, entonces es cierto que la prosperidad vendrá también. En tanto obedecen así a las leyes primarias de la sociedad civilizada pueden ellos estar tranquilos y seguros de que serán tratados por nosotros en un clima de simpatía cordial y provechosa. Ellos solo merecerán nuestra interferencia en último caso, y entonces solo si fuera comprobado claramente que su inhabilidad o debilidad para ejecutar la justicia en casa y en el exterior haya violado los derechos de los Estados Unidos o incitado la agresión extranjera en detrimento del conjunto de naciones americanas. (Morris, 1956: 184-185)”
Para quienes ven en esto una sumisión a los intereses norteamericanos, y no una conjunción de intereses continentales comunes que dieron lugar posteriormente a la OEA y luego al Pacto de Solidaridad de Defensa Continental TIAR, o Tratado de Asistencia Recíproca deben revisar su posición.
Aunque el TIAR sea criticado acerbamente porque en algunas oportunidades no habría sido oportunamente honrado, cuando a petición de países que sentían que sus intereses y por ende, según la Doctrina Monroe que lo inspira, los intereses del sistema interamericano han sido violados, cuyo caso más sonado es el de Las Malvinas; a mi juicio, la falla en la aplicación de un acuerdo o tratado por alguna de las partes o por resolución del mismo sistema como un todo (resultante de la sumatoria de votos de todos los países o del Consejo de Seguridad que tiene tal atribución) no lo deslegitima, sino a las partes que lo violan. Cualquiera de ellas puede y debe denunciar la violación y la asamblea votar al respecto. Vale mencionar que Cuba salió de la OEA por una resolución y hoy día no sólo los 34 del Sistema Interamericano, sino casi 180 países, esta vez de la ONU en pleno, respaldan que se interrumpa el bloqueo a Cuba, lo que valida mi posición.
Esto sería igual a que si algún gobierno viola la constitución de un país, ésta se deslegitima. Todo lo contrario, se legitima en la misma medida en que los ciudadanos reclaman su correcta aplicación y para ello la misma constitución, como normalmente los tratados, prevén los mecanismos. Tal es el caso de Venezuela, a lo interno, de los artículos 333 y 350 constitucionales, y demás medios de participación protagónica.
Por otra parte, demeritar la gestión de los venezolanos que en su hora respectiva acudieron a solicitar apoyo de USA o de cualquier país, en su enfrentamiento con Inglaterra u otra potencia, sería desconocer dos cosas, primero, los intereses comunes de Defensa Continental que nos hemos dado en común acuerdo, y que dieron lugar a la OEA y al sistema interamericano. No es lo mismo buscar alianzas con un país de nuestro natural sistema interamericano, que con otro cuyos intereses podrían ser contraproducentes para los nuestros. Es más, si no queremos a uno de los países socios de nuestro sistema, pues denunciémoslo ante el mismo sistema y obtengamos la mayoría de votos para que lo saquemos. Esto ya ha ocurrido y podría volver a ocurrir.
Lo segundo es que Venezuela ha acudido muchas veces a solicitar ayuda de otros países. Tal es el caso del mismo Libertador Simón Bolívar, quien la pidió y obtuvo, por ejemplo, de Brión y Petion, y éstas fueron, nada más y nada menos, que en pertrechos militares!. Además de que el primer acto de la Venezuela Independiente, de la JUNTA PATRIÓTICA, fue la designación de Bolívar, López Méndez y Andrés Bello a una comisión diplomática a Inglaterra, precisamente para que fueran a buscar el Reconocimiento a la declaración de Venezuela de que era es y será para siempre libre de cualquier denominación.Inglaterra, aunque no dio de inmediato este reconocimiento porque aunque estaba en guerra con España (y esto era la sustentación de la estrategia venezolana de buscar su apoyo) ella temía razonablemente para la época, por sus intereses en otras tierras, las cuales podrían alebrestarse como dominó y apoyarse en su reconocimiento y reclamar su independencia. No obstante el Batallón Británico contribuyó significativamente en nuestra guerra de Independencia a nuestro favor.
¿Fueron esas ayudas una intervención imperial a nuestra soberanía? Cuando mas bien contribuyeron al consolidación de nuestra integridad territorial. ¿Fueron apátridas y traidores, lacayos del imperio, escuálidos y cuanta descalificación encuentren, quienes las pidieron?
Esto sería materia de otro escrito y este ya está largo y suficientemente debatido.
CN.Eddy Darìo Barrios Orozco
58-(0242) 361 40 64 Habitaciòn (Home).
58-(0414) 148 37 08
Gracias al colega CN. JULIO ALBERTO PEÑA ACEVEDO, pr considerar mi escrito para postearlo en su Blog. Me honra y compromete. Seguirè trabajando por la defensa de los intereses de Venezuela en sus delimitaciones de àreas marinas y submarinas pendientes y en la defensa de la Soberanìa e Integridad de nuestro territorio patrio, manteniendo asì mi promesa hecha en el juramento de honor prestado el 05 JUl 1970, cuando me graduara de Alfèrez de Navìo de la Escuela Naval de Venezuela ( 1965 al 70). Gracias amigo. CN. Eddy Barrios Orozco sigo firme, a sus gratas òrdenes.!
Estimado Eddy, el espacio está disponible para que pensadores de tu talla, expresen sus consideraciones sobre temas referentes a nuestro sector acuático. Está abierta la invitación para que continúes escribiendo y de esa forma enriqueciendo la Conciencia Acuática Nacional.