Radares, radiobalizas, estabilizadores, VDR y otros avanzados sistemas de seguridad hacen que los técnicos se reconozcan «descolocados» ante el accidente de Toscana
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Los expertos del mundo naval no salen de su asombro por el accidente del crucero Costa Concordia . «Es un barco que lleva todos los últimos avances en seguridad, lo que ha pasado nos ha dejado a todos descolocados», cuenta a ABC un alto responsable de la Inspección Marítima española que pide permanecer en el anonimato.
Efectivamente, el Costa Concordia, un moderno buque que había entrado en servicio en fecha tan reciente como 2006, estaba equipado con todos los sistemas de seguridad prescritos en la normativa internacional, en el Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar,SOLAS por sus siglas en inglés. Aquí, según explican los expertos consultados por este periódico, «se exigen medidas de seguridad, equiparables a las que rigen en el sector de la aviación civil».
Un buque como el Costa Concordia ha de llevar al menos dos sistemas de radar, que son los que debieron advertir al personal del puente de gobierno de la nave, cuyo máximo responsable es siempre el capitán, en el caso del Costa Concordia, el ahora bajo sospecha Francesco Schettino.
Los radares informan en unos paneles, conocidos como consolas de navegación de cualquier obstáculo que sobre el agua y bajo ella pueda encontrar la embarcación y no es solo una persona la que está pendiente de ellos. «En el puente de gobierno de un barco así hay siempre al menos dos o tres personas», señalan las fuentes consultadas.
GPS de máxima precisión: Además, en los paneles desde los que se supervisa la navegación están introducidas ya las cartas de navegación. Como en el navegador de un coche, en estas ciudades flotantes, un sistemaGPS indica su ubicación, su rumbo y todo lo que puede encontrar en su trayectoria, con el añadido de que el satélite que se utiliza en navegación marítima es todavía más preciso. Los expertos consultados por este diario no creen posible que, como ha alegado el capitán detenido, las rocas con las que chocó el Costa Concordia no estuvieran en las cartas de navegación.
Hasta tal punto conocen los sistemas de un crucero de este tipo las aguas que han de surcar, que, salvo en las maniobras en puerto, pueden navegar solos. Se les introduce un plan de viaje y funcionan con un piloto automático que se encarga de todo. Como elementos adicionales de seguridad, un barco como el Costa Concordia está dotado además de unos estabilizadores, para facilitar la vida a bordo y evitar el molesto balanceo producido por el oleaje, y también de radiobalizas, unos dispositivos que, accionados por el capitán en caso de emergencia, alertan a los equipos de rescate de la posición exacta de la nave.
Sitio para todos en caso de emergencia: En cuanto a la evacuación, la normativa internacional exige que, bien en botes o balsas salvavidas, haya plazas para que todas las personas a bordo puedan abandonar la nave si es necesario. Además, desde hace algunos años, a raíz de accidentes de menor gravedad que el que ha tenido lugar en la costa toscana, los buques incorporan una caja negra similar a la de los aviones. Se denomina VDR (Voyage Data Recorder), y suele ir situada en la pare superior del barco.
Ahora, se abre el tiempo de la investigación. La judicial ya está en marcha, pero habrá otra oficial de las autoridades marítimas italianas y, en último término, otra de la Organización Marítima Internacional, la IMO, un organismo internacional con sede en Londres y dependiente de las Naciones Unidas, equiparable a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)en el transporte aéreo. A este organismo le tocará dar las respuestas definitivas. Porque, como reconocen los técnicos, «a un barco de estos lo teníamos por insumergible».