La Recuperación de la Isla de Patos.
Para continuar con la “mayéutica” sobre el Diferendo Esequibo; me hago la siguiente reflexión:
Las distintas decisiones que desde los albores republicanos han planteado las autoridades venezolanas sobre el tema del diferendo, las mismas han sido blanco de críticas por parte de los oponentes, bien sea políticos o ideológicos que han llenado de frustración y dudas a las generaciones de coterráneos que a lo largo de 200 años ven como una utopía o quimera la posibilidad de recuperar ese territorio brutalmente arrebatado por las apetencias territoriales del Imperio Británico, en la decisión dictada el 3 de octubre de 1899 llamado Laudo de París, la cual resulta obvio; fue una «imposición de transacción, no de derecho».
Como dice Simón Alberto Consalvi en un artículo titulado[A] “El Esequibo, Dictaduras y Guerras Civiles”:
“…El Tren solo pasó una vez…”
Agregando que:
“…Alejo Fortique y Lord Aberdeen convinieron en un tratado que reconocía a Venezuela, en palabras de José Gil Fortoul, “toda la costa comprendida entre la boca del Orinoco y la del Moroco”. La muerte inesperada del enviado venezolano en Londres paralizó el proceso, a pesar de que urgía al Ejecutivo y al Congreso que se aprobara aquel proyecto. Sucedió como con el tratado de Michelena y el golfo de Venezuela. El tren sólo pasó una vez. Medio siglo después, vino el despojo del Arbitraje de París en 1899…”
[A http://www.abcdelasemana.com/2011/10/28/el-esequibo-dictaduras-y-guerras-civiles/
A mi juicio, el tren pasó una segunda vez:
Una de las oportunidades históricas para paliar la injuria causada a la patria de Bolívar por “La pérfida Albión[1]”, se produce durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Reino Unido se encontraba agobiado por la presión bélica de Hitler y que obligó a Londres, negociar a la Isla de Patos con el más importante suplidor de petróleo para la maquinaria de guerra de los Aliados.
Mi reflexión concreta es; ¿Por qué no se planteó igualmente el tema de la Guayana Esequiba?
No he encontrado documentación que me permita obtener un razonamiento lógico y me gustaría que, quien así tenga conocimiento documental de las causas por la cual la Cancillería venezolana se conformó con recuperar la Isla de Patos, omitiendo mencionar siquiera el tema de la Guayana.
Para fijar el momento histórico, a continuación se transcriben documentos que reseñan la recuperación de Isla de Patos y su importancia estratégica.
Venezuela, Petróleo y Poder de Negociación[2].
Es Evidente que a partir de la Segunda Guerra Mundial, el petróleo venezolano adquirió una importancia vital para los aliados que, gracias a él, pudieron derrotar al eje bélico. Sin el petróleo venezolano esta guerra jamás hubiera sido ganada por los aliados ni por Estados Unidos. Este hecho fue reconocido por el Señor Charles Hamilton, Vice-Presidente de la Gulf Oil Corporation:
“Supongamos que las reservas[3]… de Venezuela no hubieran sido utilizables para el mundo y especialmente para nuestra causa, y que hubiéramos tenido que suplir el petróleo que ellos produjeron cerca de un millón de barriles por día, pues bien, ello hubiera afectado directamente a nuestra economía. ¿Habría habido suficiente petróleo para los automóviles civiles? ¿Lo habría habidos para conservar la marcha de nuestras industrias?…”
De igual forma, lo reconoció el señor Oscar Chapman en la convención petrolera realizada en el año 1950.
“Sin petróleo en grandes cantidades una nación se encuentra hoy sin defensa… La contribución de Venezuela, en este aspecto de esfuerzo bélico, nunca ha recibido el reconocimiento que merece. La Producción de este país aumentó en un 50 % durante la guerra… Este país y el mío produjeron casi todo el petróleo adicional que necesitó la maquinaria aliada. Por supuesto, los Estados Unidos con su larga tradición productora, dieron la mayor contribución; pero si se juzga el aporte desde el punto de vista relativo, el esfuerzo de Venezuela no fue superado por nadie[4]…”
Venezuela exportó más de 80 % de petróleos y derivados, hacia Aruba, Curazao y Bonaire; que luego fueron reexportados hacia Africa, Asia y Europa. Esta circunstancia fue aprovechada por nuestro país para lograr un conjunto de ventajas en los aspectos políticos, económicos e históricos.
Demeterio Boersner:
“…En su política exterior, los gobiernos de López Contreras y de Medina, durante los primeros diez años que siguieron a la desaparición de Gómez, tomaron algunas medidas para afirmar la soberanía de Venezuela frente al mundo que la rodea.
Cooperaron estrechamente con el gobierno norteamericano de F. Roosevelt en la política de defensa del hemisferio occidental contra la agresión de la potencia del eje. A cambio de ello, exigieron de las grandes potencias democráticas algunas concesiones tendientes a fortalecer la posición vulnerable a la Gran Bretaña, abriendo para Venezuela la posibilidad de exigir con éxito ciertas rectificaciones territoriales.
Como parte de su expansión hacia el Oeste, el imperio británico no solo había ocupado la Guayana Esequiba, sino también la Isla de Patos… Los gobiernos de Caracas en diversas oportunidades exigieron la devolución de la Isla de Patos… así una delimitación del Golfo de Paria que pusiese a salvo los derechos de la República.
Reiteradamente, Inglaterra se había negado, constituyendo ello motivo de fricción entre los dos países. A partir de 1940 la Gran Bretaña está acosada por la ofensiva nazi y ansiosa de consolidar y mejorar sus relaciones con Venezuela, cuyo petróleo había adquirido una importancia estratégica extraordinaria.
Por ello la corona Británica aceptó suscribir en febrero de 1942 dos tratados con Venezuela. El primero de ellos afirma que el gobierno de su Majestad <renuncia a favor de… Venezuela al título y todos los derechos de soberanía sobre dicha Isla>. El otro instrumento suscrito el mismo día 26 de febrero de 1942, estableció que las áreas submarinas del Golfo entre Trinidad y Venezuela, tomando como base tres líneas que sería trazadas por una comisión mixta Británico-Venezolana[5]…”.
Guerra en la Casa Amarilla[6]
A las 5:00 p.m del 16 de febrero de 1942 vieron entrar en la Casa Amarilla al Embajador de EEUU, Frank Corrigan, al Ministro de Gran Bretaña, Donald Saint Claire Gainer, y al embajador Van Kleffens, de Holanda; llamados a entrevistarse con el ministro de Relaciones Exteriores Caracciolo Parra Pérez para conversar «sobre el ataque de Curazao y Aruba y el torpedeo de buques cisterna en aguas vecinas a las nuestras» –ocurridos en la madrugada-, escribe el Canciller.
Aunque existía una política de cooperación, infantes de marina estadounidenses ocuparon la isla de Patos, que antes era posesión de Inglaterra y había pasado a manos venezolanas; precisamente cuando oficiales de nuestra Marina habían ido a la isla para estudiar medidas de defensa se sorprendieron al encontrar Oficiales y Marinos de EEUU en esas tareas; «el Gobierno estaba profundamente contrariado por ese motivo», dijo Parra Pérez a Gainer.
En algún momento (28/03/42), el Canciller escribe:
«El Doctor Corrigan razona casi siempre con justeza; pero otras veces parece creer que se puede y se debe tomar, precipitadamente, toda suerte de medidas sugeridas por los Departamentos de Estado, de Guerra y de la Marina, como si Venezuela no fuese un país soberano y que no está en guerra declarada con nadie».
Recuperación de la soberanía[7]
A partir del conflicto bélico que se llevaba en Europa Occidental entre los Aliados y las Potencias del Eje, los gobiernos venezolanos de López Contreras y Medina Angarita estuvieron estrechamente vinculados con la posición estadounidense de defensa del hemisferio occidental en contra de las potencias del eje; por lo que requerían de los aliados, según lo expresa el Dr. Boesner 1979, una serie de concesiones a cambio de su postura.
La Segunda Guerra Mundial condicionaba la postura de la Gran Bretaña, la cual se encontraba amenazada por el gobierno nazi de Alemania, abriendo para Venezuela la posibilidad de exigir con éxito ciertas rectificaciones territoriales, a saber, la devolución de la Isla de Patos, situada en el Golfo de Paria entre Venezuela y Trinidad.
La postura Inglesa hasta entonces había sido la negación de devolución de la Isla de Patos, en el Golfo de Paria. Pero, será a partir de la posición delicada de Gran Bretaña en Europa y su necesidad de suplirse de Petróleo en medio de un conflicto bélico cuando los gobiernos de Venezuela encontrarán la oportunidad de reclamar efectivamente esa Isla a favor de la República.
La Isla de Pato se convierte en una dependencia federal a partir de la firma del Tratado de 1942 entre Venezuela y Gran Bretaña, lo que le permite a Venezuela contar con una posición marina a 8 kilómetros fuera de la costas del Estado Sucre, lo que le da derecho a una mayor posesión de aguas marinas y submarinas dentro del Golfo de Paria, entre Trinidad y Tobago y esta última.
Según el autor Morales Paúl 1983, el interés Venezolano en cuanto a la delimitación de fronteras con Trinidad y Tobago desde este momento hasta épocas posteriores será uno solo: asegurarle a la desembocadura del Río Orinoco un área en la que la República ejerciera plena soberanía y permitiera la salida directa al Océano Atlántico. Esto, más que una política particular o de un gobierno, fue la política Estatal de Venezuela desde este primer acuerdo hasta lo que será la firma del tratado de fronteras con Trinidad y Tobago, en 1990.
El segundo aspecto contenido en el Tratado suscrito establecía que las áreas submarinas del Golfo de Paria serían delimitadas equitativamente entre Trinidad y Venezuela, tomando como base tres líneas (A,B,Y) que serían trazadas por una comisión mixta británico-venezolana.
Momento histórico[8]
Le correspondió a Parra Pérez la etapa final del proceso para la firma de los tratados anglovenezolanos sobre la Isla de Patos y las Areas Submarinas del Golfo de Paria, junto con el ministro británico en Caracas, Donald Saint Clair Gainer. Ambos tratados fueron aprobados el 26 de febrero de 1942. Fueron aprobados por el Congreso Nacional el 15 de junio del mismo año. El cambio de las ratificaciones se efectuó en Londres el 22 de septiembre de 1942 y el 28 del mismo mes se efectuó el traspaso de la isla.
De conformidad con el artículo 1° del “Tratado de Patos” Su Majestad el Rey renuncia a favor de los Estados Unidos de Venezuela al título y todos los derechos de soberanía sobre la Isla de Patos y transfiere a los Estados Unidos de Venezuela el título y todos los derechos de soberanía sobre dicha que en lo sucesivo será considerada como parte del territorio de Venezuela.
Parra Pérez anota en su Diario de Navegación que el 15 de octubre lo visitó el Embajador Donald Saint Clair Gainer, para hacerle entrega de la bandera británica enarbolada durante tantos años en la isla.
En la ceremonia de traspaso de la isla a Venezuela, el Gobernador de Trinidad dijo que:
«…dicho acto fijaba un precedente que servirá de ejemplo y ejercerá influencia en todas nuestras futuras generaciones, e inspirará a nuestros pueblos y sus gobiernos en el deseo de promover la amistad y el comercio entre nuestros países vecinos…»[9].
Recuperación de la soberanía y ocupación militar venezolana de isla de Patos[10]
La isla de Patos, con una superficie 0,60 km² está situada en el Golfo de Paria a 4,3 kilómetros de la costa peninsular. Forma con la isla de Chacachacare (a 10,8 km de distancia), la línea de entrada sur de Boca Grande.
Durante los años de la guerra, la isla formó parte del cordón defensivo del Golfo de Paría:
La importancia militar de isla de Patos, también radica, en que siendo su parte más alta en noventa y ocho metros, serviría y sirve como atalaya, para observar en extensos arcos la navegación en el Golfo de Paria; y lo que es más importante, durante todo el día y cuando la noche es clara, se divisa con gran facilidad el pase de barcos del mar Caribe al Golfo, por Boca Grande, que es la más importante entrada por su lado norte y que está comprendida entre la costa oriental de la Península de Paria y la Isla de Chacachacare[11].
Para comienzos de la Segunda Guerra Mundial Gran Bretaña ocupaba la isla de Patos, pretendiendo indebidamente extender el reconocimiento de la ocupación británica de la isla de Trinidad realizado por el Tratado de Amiens en 1802. Esta situación había generado una larga controversia entre Venezuela y Gran Bretaña que se inició en 1866 y que, desde entonces, se había mantenido vigente por sucesivas notas de protesta del gobierno venezolano reclamando la soberanía de la isla. El 9 de agosto, El Cónsul venezolano en Puerto España protesta el arrendamiento de isla de Patos[12], por parte del Gobernador de Trinidad.
En 1904, mediante decreto, se incorporó la isla de Patos al Territorio Colon lo que ocasionó protestas por parte de Gran Bretaña[13].
Por otra parte, debido a la cercanía de isla de Patos a la costa sur del estado Sucre, buques de guerra británicos incursionaban libremente por aguas venezolanas situación que motivó que, en 1940, Ministerio de Relaciones Exteriores protestara ante el gobierno de Gran Bretaña enviándole una nota, transcribiéndole la comunicación del Ministerio de Guerra y Marina, en la cual informaba que un barco de nacionalidad inglesa, al parecer de guerra, había entrado a la ensenada de Cariaquito, estado Sucre, siguiendo luego a Trinidad.
Gran Bretaña respondió[14] al gobierno venezolano que lamentaba mucho “que navíos de Su Majestad” hayan entrado a una zona militar prohibida cerca de Macuro y Cariaquito y que ello se explicaba por cuanto “sus oficiales comandantes ignoraban la existencia de esa zona”.
Como se señaló previamente, el 26 de febrero de 1942, Gran Bretaña y Venezuela, además del tratado para la delimitación de las áreas submarinas del Golfo de Paria, suscribieron igualmente el Tratado sobre la Isla de Patos, mediante el cual “Su Majestad el Rey” renunció a favor de Venezuela[15] “el título y a todos los derechos de soberanía sobre dicha isla”.
Siete meses después, el 28 de septiembre de 1942, se realizó la ceremonia de entrega. La delegación venezolana estuvo encabezada por el canciller Caracciolo Parra Pérez y el ministro de Guerra y Marina, coronel Juan de Dios Celis Paredes. Mientras, el Reino Unido estuvo representado por el Gobernador General de Trinidad y Tobago, Sir Bede Cliford. El traspaso se concretó al ser arriada la bandera británica e izada la de Venezuela, por soldados de los respectivos países[16].
Finalmente, el 2 de enero de 1943 una comisión militar venezolana, comandada por el teniente coronel Eleazar Niño, jefe de la Artillería del Ejército de Venezuela, recibió del capitán (US Army) Keneth M. Corbert, la dotación de la unidad de Artillería que el Ejército norteamericano mantenía emplazada en el lugar[17]. Con las piezas y demás equipos recibidos, más otro material incorporado, el Ejército venezolano creó, el 20 de febrero siguiente, la Batería de Artillería de Costas Nº 5 para la defensa del Golfo de Paria, la cual quedó al mando del mayor Domingo A. Ferrer[18].
[1] Expresión utilizada para referirse al Reino Unido en términos anglófobos u hostiles. Fue acuñada por el poeta y diplomático francés de origen aragonés Augustin Louis Marie de Ximénès (1726–1817) en su poema L´ere des Français(publicado en 1793), en el que animaba a atacar a «la pérfida Albión» en sus propias aguas: Attaquons dans ses eaux la perfide Albion.
[2] Venezuela, Petróleo y la Segunda Guerra Mundial, Ramón Rivas, Facultad de Humanidades ULA, p. 12-13.
[3] Manuel Rafael Egaña, Tres Décadas de la Producción Petrolera, Caracas, 1947, p. 29.
[4] Signo, N° 38, Caracas, 1952, p.52.
[5] Demeterio Boersner, Venezuela y el Caribe, Presencia cambiante, Caracas, 1978, p. 85
[6]http://www.monografias.com/trabajos81/ii-guerra-mundial-venezuela/ii-guerra-mundial-venezuela2.shtml
[7]http://historiadiplomaticadevenezuela.wikispaces.com/Delimitaci%C3%B3n+de+%C3%A1reas+marinas+y+submarinas+entre+Venezuela+y+Trinidad+y+Tobago.
[8]https://books.google.co.ve/booksid=p3ELzuQTTZoC&pg=PA315&lpg=PA315&dq=gil+fortoul+y+el+esequibo&source=bl&ots=MWen0r2NMT&sig=k-40njqPQEz-0PiFL-tTe-YPid4&hl=es-419&sa=X&ved=0CDUQ6AEwBTg8ahUKEwiRhcGn1ezGAhWF1x4KHTvIAFM#v=onepage&q=gil%20fortoul%20y%20el%20esequibo&f=false
[9] Rojas, Armando: Caracciolo Parra Pérez Canciller de Venezuela. 1941-1945, Biblioteca de Política Exterior, M.RR.EE., Caracas, 1989, pp.18-19.
[10] http://servicio.bc.uc.edu.ve/postgrado/manongo41/art09.pdf
[11] Velázquez, Bonifacio. Isla de Patos otro agravio de la Gran Bretaña a Venezuela. Caracas: Imprenta Universitaria. 1973, pp. 47-48.
[12] Fuente: Hernández Dilio, Historia Diplomática de Venezuela, Tomo I, Pág. 148.
[13] Morales Paúl, Isidro. La delimitación de aéreas marinas y submarinas entre Venezuela y Trinidad & Tobago. Caracas: Biblioteca de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales. 1993, p. 33.
[14] Velázquez, Bonifacio. Isla de Patos…Op.cit., p. 48.
[15] Ministerio de Relaciones Exteriores. Caracciolo Parra Pérez…Op.cit., pp. 104-105, 110.
[16] Ibíd., pp. 110-112; Rivas Rivas, José. El Gobierno de Medina Angarita…Op.cit., pp. 80-81.; Hernández González, Carlos E. Las Fuerzas Armadas venezolanas en la Segunda Guerra Mundial, en Farage Dangel, Luis (Compilador). Venezuela y la Segunda Guerra Mundial, 1939-1945. Caracas: Armada Bolivariana de Venezuela. 2011, p. 243.
[17] Dos cañones GP M1918 de 155 mm, dos tractores de artillería Allis-Chalmers, dos piezas de antiaéreas de 12,7 mm., dos proyectores de luz (reflectores de búsqueda) General Electric M1941 y sus fuentes de energía, teléfonos de campaña conectados a la central de Tiro Mk.3. Hernández González, Carlos E. La Armada de Venezuela…OP. cit., p. 40; Vivas Gallardo, Freddy. Venezuela-EEUU, 1939-1945: La coyuntura decisiva. Caracas: Universidad Central de Venezuela. 1993, p. 324.
[18] Omaña, Pedro Arturo. Historia de la Artillería. Caracas: Congreso de la República, 1978, p. 400-401.
para empesar seria posible que se acogiera el nombre de estados unidos de venezuela tal como la conocieron nuestros antepasados. Ello acarreria reconocimientos historicos importantes, para todos. lo segundo procurar poblar un sector del territorio en reclamo que tenga facil acceso a la costa como puente de acceso al descubrimiento del estado que siempre estuvo y esta unido a lo que se conocio como Estados unidos de venezuela… CREAR Y DESARROLLAR LA GRAN MISION GUAYANA ESEQUIVA COMO UN JUSTO RECONOCIMIENTO A ESOS VENEZOLANOS QUE SUFREN Y PADECEN LA IGNOMINIA DEL OLVIDO DE TODA LA CIUDADANIA.